7 ago 2018

¿DONDE VAS A VIVIR?


Una de las principales preocupaciones del ser humano es su lugar donde vivir, donde establecer su morada; es realmente un tema de primordial importancia y ¡cuánto nos afanamos por tener un rincón propio! Sin embargo es bien triste que muchos no se preocupen por otra morada que será definitiva: la vivienda de la eternidad. Paso con frecuencia delante de una funeraria y veo cuántas veces sale uno, dos o varios vehículos para atender a alguien que ha volado a la eternidad y me planteo: ¿dónde tendrá su morada eterna el tal? Ciertamente todos padecemos dificultades, todos nos enfrentaremos, si el Señor no viene antes, a la muerte como consecuencia de nuestra propia naturaleza, pero ¿dónde irá a habitar el alma? Jesucristo nos aseguró, por su infinita misericordia y gracia, que los que creyésemos en él tenemos morada en el cielo. Si, imperfectos como quien esto firma tienen su morada allá en el cielo, lugar donde no habrá llanto ni dolor; porque Jesucristo vino a salvar pecadores como yo sé que tengo morada en el cielo; mientras llega ese día, y con todo mi caudal de imperfecciones, es mi deseo que apreciados internautas tengan la misma seguridad (en absoluto suposición) de ir al cielo. Y mi querido lector, en el cielo no serán unas viviendas pequeñas y con presupuesto ajustado: Cristo ha pagado en la cruz el precio de la mansión del cielo. ¿Tiene el internauta morada segura en el cielo? Porque morada tendremos todos: unos para perdición en el infierno (¡vaya morada!) y otros para redención en el cielo (¡vaya morada!) ¿Tiene usted morada en el segundo sitio? Sinceramente, ¡ojalá! 
Jonathan Bernad

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